El virus de los profesionales inmobiliarios

El sector inmobiliario se encuentra en un momento donde hay un exceso de optimismo. Es cierto que si consultamos las estadísticas se observa que las ventas han aumentado y que por lo tanto, objetivamente hay más pastel a repartir. Ahora bien, si sumamos el número de agencias que abren diariamente junto con las que ya están abiertas y que se encuentran en pleno proceso de expansión, es fácil llegar a la conclusión de que no hay pastel para todos y que probablemente algunos se estén equivocando en la elección de sus estrategias.

En nuestra profesión oigo mucho hablar de pasión y motivación. Qué duda cabe que es un factor determinante en los casos de éxito empresarial, enfrentarse a los embates del día a día de una manera optimista. Pero ahora bajad a las trincheras conmigo y responded a esta pregunta: «¿por qué muchas agencias tienen a un gran número de comerciales que no son productivos?».

Aún siendo importante el tema de la motivación para responder a esta pregunta, (habitualmente la motivación se busca en factores externos cuando debería proceder de nuestro autoconocimiento y por lo tanto, factores internos) no considero que sea el factor principal. Más bien es algo más prosaico y palpable. En muchas de las inmobiliarias para las que realizo sesiones de coaching encuentro a agentes comerciales con una importante falta de disciplina. Y no es falta de conocimiento, saben lo que tienen que hacer y cómo han de hacerlo, pero no lo hacen.

Esta carencia supone un gran problema. La motivación, el optimismo y la pasión están muy bien pero no podemos basar nuestra actividad en ellas, sin disciplina sólo son una lista de buenas intenciones. Sin unos objetivos claramente marcados tanto a largo como a corto plazo y sin una agenda estructurada al menos en un 60 o 70 %, podemos tener una gran motivación y entusiasmo, pero los resultados no van a llegar.

Todos tenemos días en que nuestra motivación y optimismo son plenos pero no nos engañemos, eso no sucede siempre. Y los días en que no es así también debemos dar lo mejor de nosotros mismos, ahí es donde entra en escena la disciplina. Para mi la disciplina es hacer lo que hay que hacer cuando toca hacerlo aunque no nos apetezca hacerlo. En cambio la motivación es hacer lo que hay que hacer cuando toca hacerlo porque nos apetece hacerlo.

Y tú, ¿estás motivado y disciplinado?.

 

Gracias por compartir

9 thoughts on “El virus más extendido en los profesionales inmobiliarios

  1. El artículo me parece genial Ángel. Está claro que la motivación y el optimimismo son muy necesarios para llevar a cabo tu labor.

    También es cierto que no siempre tenemos esa motivación en su punto óptimo.

    Pero la disciplina es fácil aplicarla una vez has adquirido el hábito; y es vital que ese hábito de adquiera en el momento en que la motivación y el optimismo están presentes.

    Las personas somos por naturaleza personas de rutinas. Nos levantamos, nos duchamos, nos vestimos, vamos a prepararnos el desayuno… y siempre siguiendo exactamente el mismo patrón y movimientos. Y una vez adquirido es muy difícil cambiarlo.

    Así que si la disciplina es aplicada en su preciso momento, el éxito está garantizado porque en el momento que la motivación y optimismo flaqueen, los hábitos adquiridos y la disciplina fluyen igualmente.

  2. Totalmente de acuerdo Angel. Es muy fácil desviarse de los objetivos si no existe disciplina. En mi equipo intento motivar mucho pero la disciplina en ocasiones falla y me doy cuenta a toro pasado.
    Es muy importante mantener una disciplina diaria y constante.
    Un saludo

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