Si lo que estamos buscando es trabajar con clientes referidos, con personas que hablen bien de nosotros y que nos aconsejen a sus amigos y familiares, hemos de relacionarnos con el tejido social de nuestro radio de acción, de nuestro entorno. Relacionarnos con comerciantes, vecinos, bares, tiendas, etc…. Ellos son los que nos van a permitir hacer una buena labor de prospección.
(*recomendamos ver el videotutorial en pantalla completa y en 720p – máxima resolución)
Cuando estamos prospectando, prospectamos como personas. Primero nos conocerán como personas y después ya descubrirán a qué nos dedicamos. Hemos de dar la oportunidad a la gente de que nos conozcan de manera natural, entrando en conversaciones con ellos y recordándoles que si conocen a alguien que quiera vender, comprar o alquilar su piso, que piensen en nosotros.
Hacer la compra en el mercado del barrio es una muy buena manera de darse a conocer. Allí encontraremos a gente del lugar de toda la vida que nos puede ser de gran ayuda a la hora de prospectar. Es en estos lugares donde se cuece la información. No olvidéis llevaros targetas.
Apuntarse a actividades sociales de la zona como asociaciones deportivas, culturales, vecinales, etc… Hay que darse a conocer también en esos lugares de manera natural. Es muy sencilo que al final las conversaciones acaben derivando al «¿Y tú a qué te dedicas?». Son este tipo de relaciones las que tarde o temprano, nos van a proveer de clientes.
El objetivo es que estas personas que vamos a conocer, requieran de nuestros servicios directamente o que nos faciliten el contacto de amigos o familiares. Estos clientes han de quedar particularmente contentos con nuestro trabajo. Tengamos en cuenta que estamos poniendo encima de la mesa nuestra reputación y confianza, algo que cuesta mucho conseguir y muy poco perder.
Para cualquier tipo de información relacionada con sesiónes de formación y coaching inmobiliario, no dudéis en contactar conmigo, estaré encantado de atenderos.